lunes, 29 de agosto de 2011

Un babero para arrasar como nunca






España ya tiene una nueva generación dorada.


Las chicas del 95 lograron un título imponente por la extrema autoridad que mostraron en todos sus encuentros. La Selección del Babero ofreció nueve exhibiciones de hambre de baloncesto en un torneo que venció con 40'8 puntos de media sobre sus rivales. Inigualable.


ÓSCAR CUESTA


Los segundos desgranan sus últimos suspiros en la final del Europeo U16. España vence con extrema autoridad a un gran rival (Bélgica), la medalla de oro está asegurada desde hace minutos, en pista ambos entrenadores, Evaristo Pérez y Arvid Diels, ya han dispuesto a jugadoras de rotación para ofrecerles la oportunidad de disputar su primera final continental, las chicas del banquillo español están deseando que suene la bocina para celebrar lo que es evidente... El perfecto caldo de cultivo para los famosos minutos de basura.


Pero las cinco españolas en pista siguen obcecadas en defender cada línea de pase, en no dar ni un mínimo respiro, porque quieren el balón. Lo desean más que nada en esta vida, porque es su DNI, su identidad sin la cual el baloncesto dejaría de ser un juego para convertirse en una rutina que hay que realizar lo mejor posible porque el señor del bigote en banda se lo exige.Entendiendo esta actitud española en esos últimos instantes como ejemplo del hambre nunca saciado podemos construir los cimientos de una selección que maravilló en sus nueve abrumadoras victorias. La media de 40'8 puntos de distancia son una "consecuencia de". No se recuerda tal aplastante sensación y evidencias objetivas de superioridad de un ganador sobre el resto, porque esta selección recogió el guante de la Poesía en Movimiento, pero le mejoró la versión hasta niveles insospechados. Niveles de babero.

Forzando el error: teoría destructivo-ofensiva.


Si aquella selección U20 se divertía defendiendo, las pequeñas de la U16 no eran menos. Rosi Sánchez, ayudante en esta selección, lo comentaba en la entrevista que publicamos durante el torneo: "Ellas saben que destruyendo al contrario pueden atacar más". España forzaba el error. Líneas de pase asfixiantes incluso después de canasta, intuición para preverla, hambre para tocar, robar y atacar. Apretar la subida de balón con las tres pequeñas arriesgando, ventilando el balón, tapando el pase,... En eso habían tres moscones: Marina Lizarazu, explotando su intuición/inteligencia para poner la mano cuando la base se relajaba o cruzaba el bote inocentemente; Leticia Romero, avanzando cada pase contrario a toda pista o en estático; y Ari Pujol, que usaba más sus interminables gadgetobrazos para eclipsar. Cada una con su propio estilo, marcado por su físico, realizaban la misma tarea destructivo-ofensiva."Entiendo que éste es el baloncesto que creo que gusta ver: intensidad, chispa, velocidad", venía a comentarnos un día Evaristo Pérez. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica. Y otra aún más complicada: encontrar un grupo de nenas que crean en eso y puedan maximizar cada mínimo detalle aportando su talento innato. La Selección del Babero logró niveles de perfección asombrosos, superando (intuimos) la propia capacidad de sorpresa del cuerpo técnico. A Varis le vimos sonreír como nunca, celebrando y disfrutando como un niño de esa máquina de defender...Y también de atacar, porque una de las diferencias más notorias con respecto a la Poesía en Movimiento era el variado talento ofensivo de muchas de sus jugadoras. Belén Arrojo y Leticia Romero son dos jugadoras que ven el aro con extrema facilidad... Y como también sucede, cada una a su manera. Pero el punto de encuentro era entender el riesgo y la valentía como preceptos innegociables.Los rivales solo pudieron discutirle el triunfo a las españolas cuando nuestra defensa se estandarizaba, cuando no buscaba al rival ni le forzaba a hacer cosas que no estaban en su guión ni en espacios donde se sentían seguras: cuando España dejaba de ser España.Datos abrumadoresFuncionaron las jugadoras en ambos lados de la pista: permitimos 38'1 puntos a los rivales mientras nosotros nos enfilábamos hasta los 78'9. Ninguna selección U16 fue capaz de llegar a semejantes datos ofensivos y defensivos. Y si lo abrimos a las U18 y U20, ninguna selección española había logrado registros defensivos tan espectaculares, y solo la U18 de 2009 (Leonor, Queralt, Mariona,...) fue capaz de anotar más por encuentro.

Por si estos datos no fueran suficientemente aclaradores, ahí va otro aún más escandaloso: desde 1978 ninguna selección ganadora de EuroBasket U16 había logrado una ventaja media tan aplastante sobre sus rivales. España se fue hasta los 40'8, mientras la implacable tiranía de la Unión Soviética (los siete primeros torneos cadetes fueron "rojos") le llevaba en 1976 a una distancia de 56'6 y dos años después a ganar por 48'0. Desde entonces, solo esta Selección del Babero ha logrado aplastar por 40 tantos como mínimo.Una selección extraordinaria de resultados apabullantes. El camino recorrido es tan brillante como hemos intentado reflejar en este artículo. Repetir esto se antoja muy complicado puesto que los rivales mejorarán con el paso del tiempo. Y eso debe servir de estímulo para seguir divirtiéndose trabajando duro durante la temporada de clubes.

Lo que estos ojos han visto ha sido una exhibición como nunca imaginamos que viviríamos, y eso que veníamos de la Poesía en Movimiento.


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