Día 3
Temprano comenzamos este calurosísimo Domingo de agosto, impropio de estas tierras
holandesas, pero es lo que nos ha tocado. Como
lo primero de hoy era el partido salimos sobre las 9 am para la cancha y
poder tomar un café antes de empezar. Más nunca. Me sacaron 2 € por un expreso
de un dedito en un vaso de corcho
blanco.
Dedicatoria del speaker a la afición española
antes de comenzar los himnos (la verdad es que no había nadie más en el
pabellón y era merecida). Los partidos de esta selección empiezan algo trabados
o enmarañados y sin marcar diferencias en el marcador, demasiado lentas y
queriendo seguir los sistemas. Como siempre la clave de la defensa para
mantenernos en el marcador; se ganó este primer cuarto pero las sensaciones no
eran demasiado positivas. El segundo cuarto esto fue a peor, con una zona
que no era nada del otro mundo, y sin
ningún juego en las transiciones España
se quedó en 7 puntos (y gracias)
fallando hasta 5 canastas claras bajo el aro. Si no metes y te meten el marcador
se ajusta, quedándose a 6 puntos (24-30).
A cuatro se pusieron nada mas comenzar la
segunda parte, pero ahí ya se pusieron firmes. Comenzó el festival de triples
de las Pujol, Quevedo, Yaiza y Marina (7 consecutivos) y Brasil se hundió al no
anotar su estrella Sangalli ni un solo punto más de los que había anotado en el
primer tiempo. El partido ya tenía dueño y solo hubo que dejar que llegara a su
fin con una canasta final de Zenaida, que necesitaba como el comer para
reforzar su hasta ahora bajo nivel de confianza en su juego. La anotación por
jugadora quedó: Lo (5), Rodríguez (14), Esparcia (7), Gurí (1), Lizarazu (11),
Romero (9), Pujol (11), Quevedo (9), Solé (8), Pérez (2) y Navarro (2).
Tocará
el martes (mañana lunes hay descanso) jugarse el primer puesto ante Japón, que
parece el otro rival más fuerte del grupo y que basa su juego en una gran
velocidad, intensidad y agresividad, durante todo el partido, que compensa su
falta de centímetros.
Después de despedir a las chicas, hubo un
intento de organizar el día de descanso de mañana pero, como todo quedaba a
expensas del horario de entrenamiento que pudieran tener mañana, el tema quedó
en el aire aunque la idea es llevarlas a ver el centro de Amsterdam.
Los padres si planificamos la tarde. No sólo de basket vive la afición. Unos irían
a ver los famosos molinos, otros al centro y nosotros decidimos arrancar hacia
La Haya, en principio a ver un tema de Holanda en miniatura y una playa
cercana. Tras pasar por la ciudad y ver los edificios impresionantes con las
avenidas pasando por debajo de ellos, lo de Holanda en
miniatura quedará para los holandeses (a
14.50 € por cabeza cualquiera entra allí) y nos fuimos a la playa
Scheveningen de Den Haag (La Haya en holandés). Playa tremenda llena de gente
hasta arriba con chiringuitos atestados y bares chill-out repletos de gente y
de … arena. Buscamos algo para comer y después de ver unas cuantas mansiones de
la zona, decidimos tomar el camino de Rotterdam que está realmente cerca. Nos
acercamos a ver el famoso puente Erasmus (claro de Rotterdam) y la curiosidad
de las “kubuswoningen” unos apartamentos
en forma de cubo del famoso arquitecto Piet Blom en una zona de copas al lado
de una antigua marina para reparación de embarcaciones. Curioso.
La siguiente parada era Gouda, ya en el
camino de vuelta a Amsterdam. Nos encontramos tamaño atasco en la carretera a Utrecht,
que teníamos que tomar, que nos retraso
la llegada a Gouda, famosa por el queso del mismo nombre. Nada estaba abierto
ya a esa hora y en Domingo y empezando por fin a llover. Sólo ver un poco el
pueblo y esperar ver las fábricas y tiendas de queso en mejor ocasión. Para
evitar el atasco, decidió Fernando que tomáramos un camino alternativo que nos
llevó por la Holanda rural de enormes prados verdes y maizales, vacas pastando
y granjas típicas de las postales de recuerdo. Vuelta a casa y a preparar el
día de “descanso” de mañana en el que volveremos a salir de excursión.
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