Tributo. El Ayuntamiento entrega el título de Hijo Predilecto a Antonio Morales y las Espigas de Oro a Leticia Romero, Los Serenquenquenes y Ecoaga
El alcalde, en el centro, posa con los homenajeados, que son, de izq. a dcha., Isabel González, madre de Leticia Romero; Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria; Juan Acosta, presidente de Ecoaga; y Airam Díaz, presidente de la murga Los Serenquenquenes. /
Agüimes se reivindicó la noche de este viernes como pueblo en el acto institucional de entrega de Honores y Distinciones y lo hizo a través de sus cuatro homenajeados. Así lo subrayó durante su discurso el alcalde, Óscar Hernández. «Celebramos todo aquello que ustedes han demostrado atesorar del carácter y la idiosincrasia de nuestra gente. Permítanme decirles que en ustedes nos reconocemos como pueblo». El regidor municipal dedicó estas palabras a Antonio Morales Méndez (1956), presidente del Cabildo de Gran Canaria y exalcalde de Agüimes, al que se le entregó el título de Hijo Predilecto de la villa; y a la baloncestista olímpica Leticia Romero González; a la Entidad de Conservación de la Zona Industrial de Arinaga, Ecoaga; y a la murga Los Serenquenquenes, que recogieron la Espiga de Oro del municipio.El acto, sobrio y elegante, en el Teatro Auditorio de Agüimes, estuvo presidido por el alcalde, que detalló los méritos de los distintos homenajeados, cuyos valores, recalcó, «reflejan los del propio pueblo que les homenajea». Hernández sacó pecho de las «altas cotas de progreso» alcanzadas, «inimaginables hace 40 o 50 años», pero acto seguido admitió que nada sería posible «sin sus gentes», porque Agüimes es «memoria, identidad y valores, la memoria, la identidad y los valores de las personas y los colectivos humanos que aquí han nacido, vivido y prosperado a lo largo de la historia, especialmente de aquellos cuya trayectoria vital ha servido de ejemplo y de referencia para la colectividad o ha contribuido de forma notable al interés común».
Dentro de ese grupo situó a los cuatro distinguidos de anoche. De Morales, alcalde de Agüimes durante 28 años, destacó que todo aquello que obtuvo de su pueblo, «los valores de los que se empapó», se lo devolvió «con un recorrido político ejemplar» que ha dejado ya para siempre en el Ayuntamiento «una impronta de honradez y servicio público reconocida dentro y fuera» del municipio. «La historia de Antonio con Agüimes es una historia de amor y admiración», amor y admiración que ahora su pueblo le devuelve con el título entregado, indicó el regidor local.
Óscar Hernández también alabó el afán de superación de Leticia Romero, el papel de Los Serenquenquenes como embajadores del carnaval histórico de Agüimes y el potencial económico alcanzado por la Zona Industrial de Arinaga, la mayor y más importante de Canarias y referente nacional, gracias al empuje de Ecoaga.
Morales, visiblemente emocionado, expresó su agradecimiento en nombre de los homenajeados en un discurso en el que trató de transmitir «el sentimiento de arraigo» y de «identificación» con la historia y los valores de Agüimes, cuya sociedad definió como «dinámica, creativa y luchadora». Hizo memoria y recordó que solo ha dejado de vivir en su pueblo los cinco años que estuvo estudiando en la Universidad de La Laguna. Y que a su regreso, dio un «paso trascendental» en su vida: enrolarse en Roque Aguayro, la agrupación de electores que enseguida asumió las riendas del municipio y con la que fue alcalde de la villa hasta 2015.
«Es un honor, un inmenso honor, que asumo lleno de emoción, de responsabilidad y de gratitud», dijo de la concesión del título de Hijo Predilecto, que cree un reflejo del cariño de sus vecinos. «Noto ese afecto cada día en la calle». Y también se lo agradeció de forma expresa a los concejales, tanto del gobierno como de la oposición, «porque supieron vencer las discrepancias políticas para reconocer a un hombre que, se los puedo asegurar, trabajó con ahínco, con honradez, por su pueblo durante todo ese tiempo». En todo caso, aclaró, él no habría podido hacer nada si no fuera por un «importante movimiento vecinal empeñado en cambiar las condiciones de vida de sus barrios», sin los trabajadores del Ayuntamiento, sin su familia y sin los hombres y mujeres que le votaron.
De Leticia Romero (Agüimes, 1995), primera medallista olímpica del municipio de Agüimes, destacó su amplio historial de méritos deportivos, que no hubieran sido posible «si detrás no estuviese siempre presente la constancia, el trabajo, la renuncia de una niña y una joven a tantas cosas para alcanzar un sueño». Y no olvidó mencionar a sus padres, «que cada tarde de la semana se la dedicaban plenamente para hacer posible que pudiera entrenar en La Paterna», en la capital grancanaria. Ausente del acto por sus obligaciones deportivas, la distinción fue recogida por su madre, Isabel González Alemán.
Tras recordar la especial relación de Agüimes con el carnaval, «una de las tradiciones más sentidas» por los hombres y mujeres de esta villa, realzó cómo la murga Los Serenquenquenes, fundada en 1981, «ha paseado como nadie el nombre de Agüimes por los escenarios del carnaval de las islas» y cómo se ha convertido «en la murga más premiada, la más imitada, la más creadora de tendencias, de Gran Canaria». Más a título personal, rememoró con nostalgia que en su etapa de alcalde, cuando ganaban un premio en la capital, rompían el silencio de la madrugada, desfilaban por la calle Joaquín Artiles y llegaban hasta su casa donde él, en su calidad de regidor municipal, les recibía con una botella de champán. La espiga la recogió su presidente, Airam Díaz.
Y finalmente tuvo también palabras de reconocimiento para Ecoaga, la entidad de conservación fundada en 1996 para prestar servicios a la mayor zona industrial de Canarias, el polígono industrial de Arinaga, creado en 1971 para generar actividad económica, riqueza y empleo en el municipio de Agüimes y que hoy está formado por 650 empresas, dedicadas a más de 300 actividades diferentes, en las que trabajan más de 7.000 personas de forma directa y 10.000 de forma indirecta. Dijo de Ecoaga que «es una referencia para Canarias», que consiguió que los empresarios y empresarias autogestionaran el polígono «yendo siempre de la mano del Ayuntamiento». Recogió el premio Juan Acosta, presidente de Ecoaga.
Cada homenajeado fue presentado por un vídeo que concluía con unas palabras de agradecimiento y que fue grabado en enclaves del municipio.
El acto, sobrio y elegante, en el Teatro Auditorio de Agüimes, estuvo presidido por el alcalde, que detalló los méritos de los distintos homenajeados, cuyos valores, recalcó, «reflejan los del propio pueblo que les homenajea». Hernández sacó pecho de las «altas cotas de progreso» alcanzadas, «inimaginables hace 40 o 50 años», pero acto seguido admitió que nada sería posible «sin sus gentes», porque Agüimes es «memoria, identidad y valores, la memoria, la identidad y los valores de las personas y los colectivos humanos que aquí han nacido, vivido y prosperado a lo largo de la historia, especialmente de aquellos cuya trayectoria vital ha servido de ejemplo y de referencia para la colectividad o ha contribuido de forma notable al interés común».
Dentro de ese grupo situó a los cuatro distinguidos de anoche. De Morales, alcalde de Agüimes durante 28 años, destacó que todo aquello que obtuvo de su pueblo, «los valores de los que se empapó», se lo devolvió «con un recorrido político ejemplar» que ha dejado ya para siempre en el Ayuntamiento «una impronta de honradez y servicio público reconocida dentro y fuera» del municipio. «La historia de Antonio con Agüimes es una historia de amor y admiración», amor y admiración que ahora su pueblo le devuelve con el título entregado, indicó el regidor local.
Óscar Hernández también alabó el afán de superación de Leticia Romero, el papel de Los Serenquenquenes como embajadores del carnaval histórico de Agüimes y el potencial económico alcanzado por la Zona Industrial de Arinaga, la mayor y más importante de Canarias y referente nacional, gracias al empuje de Ecoaga.
Morales, visiblemente emocionado, expresó su agradecimiento en nombre de los homenajeados en un discurso en el que trató de transmitir «el sentimiento de arraigo» y de «identificación» con la historia y los valores de Agüimes, cuya sociedad definió como «dinámica, creativa y luchadora». Hizo memoria y recordó que solo ha dejado de vivir en su pueblo los cinco años que estuvo estudiando en la Universidad de La Laguna. Y que a su regreso, dio un «paso trascendental» en su vida: enrolarse en Roque Aguayro, la agrupación de electores que enseguida asumió las riendas del municipio y con la que fue alcalde de la villa hasta 2015.
«Es un honor, un inmenso honor, que asumo lleno de emoción, de responsabilidad y de gratitud», dijo de la concesión del título de Hijo Predilecto, que cree un reflejo del cariño de sus vecinos. «Noto ese afecto cada día en la calle». Y también se lo agradeció de forma expresa a los concejales, tanto del gobierno como de la oposición, «porque supieron vencer las discrepancias políticas para reconocer a un hombre que, se los puedo asegurar, trabajó con ahínco, con honradez, por su pueblo durante todo ese tiempo». En todo caso, aclaró, él no habría podido hacer nada si no fuera por un «importante movimiento vecinal empeñado en cambiar las condiciones de vida de sus barrios», sin los trabajadores del Ayuntamiento, sin su familia y sin los hombres y mujeres que le votaron.
De Leticia Romero (Agüimes, 1995), primera medallista olímpica del municipio de Agüimes, destacó su amplio historial de méritos deportivos, que no hubieran sido posible «si detrás no estuviese siempre presente la constancia, el trabajo, la renuncia de una niña y una joven a tantas cosas para alcanzar un sueño». Y no olvidó mencionar a sus padres, «que cada tarde de la semana se la dedicaban plenamente para hacer posible que pudiera entrenar en La Paterna», en la capital grancanaria. Ausente del acto por sus obligaciones deportivas, la distinción fue recogida por su madre, Isabel González Alemán.
Tras recordar la especial relación de Agüimes con el carnaval, «una de las tradiciones más sentidas» por los hombres y mujeres de esta villa, realzó cómo la murga Los Serenquenquenes, fundada en 1981, «ha paseado como nadie el nombre de Agüimes por los escenarios del carnaval de las islas» y cómo se ha convertido «en la murga más premiada, la más imitada, la más creadora de tendencias, de Gran Canaria». Más a título personal, rememoró con nostalgia que en su etapa de alcalde, cuando ganaban un premio en la capital, rompían el silencio de la madrugada, desfilaban por la calle Joaquín Artiles y llegaban hasta su casa donde él, en su calidad de regidor municipal, les recibía con una botella de champán. La espiga la recogió su presidente, Airam Díaz.
Y finalmente tuvo también palabras de reconocimiento para Ecoaga, la entidad de conservación fundada en 1996 para prestar servicios a la mayor zona industrial de Canarias, el polígono industrial de Arinaga, creado en 1971 para generar actividad económica, riqueza y empleo en el municipio de Agüimes y que hoy está formado por 650 empresas, dedicadas a más de 300 actividades diferentes, en las que trabajan más de 7.000 personas de forma directa y 10.000 de forma indirecta. Dijo de Ecoaga que «es una referencia para Canarias», que consiguió que los empresarios y empresarias autogestionaran el polígono «yendo siempre de la mano del Ayuntamiento». Recogió el premio Juan Acosta, presidente de Ecoaga.
Cada homenajeado fue presentado por un vídeo que concluía con unas palabras de agradecimiento y que fue grabado en enclaves del municipio.
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